Muchos profesionales jóvenes tienen la creencia de que sus carreras dependen, fundamentalmente, de factores externos antes que a decisiones personales. Es muy común escuchar hablar de la "suerte" de tal o cual persona por haber ingresado en tal empresa, o conocido a determinada persona, o haber estado en el lugar correcto en el momento correcto. Sin embargo, cuando uno analiza "carreras exitosas" a través de los años, encuentra ciertos hechos que han tenido que ver más con decisiones personales, que con otros relacionados con el azar.
De cualquier manera, es mejor apostar a lo que uno puede hacer para manejar su vida, que abandonarse al determinismo. En última instancia, la "suerte" hay que buscarla. Sólo ganan el Quini los que juegan: de nada vale quejarse, si uno no apuesta. Con las carreras profesionales ocurre algo parecido. Están los que esperan que algo ocurra o que alguien se fije en ellos, y aquellos que buscan las oportunidades. Para estos últimos, los futuros gerentes, he desarrollado algunos consejos que les podrán ser de utilidad:
1. Mientras esté estudiando, recuerde que la mayoría de las carreras universitarias centran su atención en los temas técnicos de la profesión. Si bien este conocimiento es muy importante, constituye sólo un elemento del éxito de una persona. Las buenas carreras en las organizaciones son el producto de una conjunción de conocimientos, características personales y una fuerte voluntad para llevar a cabo el trabajo. Interésese también por los temas que no son tratados como materias claves en su carrera. Trate de asistir a cursos y seminarios que le permitan ampliar el horizonte de sus conocimientos y experiencia más allá de lo específicamente técnico de su profesión. Algunas facultades (las más relacionadas con las empresas) desarrollan algunos cursos optativos o extracurriculares: anótese. Cuando ello no es posible, invierta tiempo y hasta algo de dinero en algunos cursos externos.
2. A la hora de seleccionar una empresa en la cual trabajar, tenga muy en cuenta las políticas de Recursos Humanos. Durante las entrevistas de selección, pregunte por los planes de capacitación y desarrollo para el personal, por las posibilidades reales de asumir responsabilidades y por todo aquello que usted considera de valor. No se detenga exclusivamente en la remuneración y los beneficios, esto puede significar "pan para hoy y hambre para mañana". Recuerde que no sólo la empresa debe seleccionarlo a usted, sino que usted también debe seleccionar a la empresa. Piense que las primeras empresas en la que uno trabaja tienen un gran impacto en el desempeño y el desarrollo futuro. Hay empresas que son buenas escuelas, identifíquelas.
3. Una vez incorporado a una empresa, trate de identificar a aquellas personas que se destacan. Obsérvelas, ¿qué hacen?, ¿cómo piensan? ¿cómo se comunican? ¿qué habilidades especiales han desarrollado? Trate de acercarse a ellas y, si es posible, integre sus equipos de trabajo. La mejor manera de aprender es junto a la gente que hace la diferencia. Trabajando con ellos, usted aprenderá seguramente lo que los libros no le han enseñado. Usted verá, desde la cocina, como ellos toman las decisiones, qué consideran relevante, cómo hacen para convencer a los demás; en una palabra, qué los hace diferentes.
4. Como un paso más, trate de desarrollar una relación más estrecha con uno de los mejores gerentes de la empresa y adóptelo como su coacher. Sea explícito con él y manifiéstele su intención de aprender de él y recibir su guía. Esto no es "acomodo" y nada tiene que ver con prácticas no éticas. Todos hemos aprendido las cosas más importantes de unos pocos. Este tipo de "padrinazgo" es utilizado por algunas organizaciones como un apoyo al desarrollo de los jóvenes profesionales. Si se encuentra usted en una de esas organizaciones, aprovéchelo, de lo contrario, propóngalo y desarróllelo usted mismo.
5. No circunscriba sus intereses laborales exclusivamente a su puesto actual. Tenga en cuenta que su puesto de trabajo forma parte de un proceso que abarca diferentes actividades. Cuantas más actividades conozca, mejores posibilidades tendrá de comprender el todo y desempeñarse mejor.
6. Si considera que ha dejado de aprender en su puesto de trabajo y su actividad consiste básicamente en repetir lo aprendido, es hora de obtener una transferencia a otro puesto o sector de la empresa (recuerde que cinco años de experiencia no es igual a hacer cinco años lo mismo). Si bien siempre se puede aprender más, piense cual es el estado de su curva de aprendizaje en el puesto actual. Si ya aprendió en profundidad lo importante, "gestione" un cambio de responsabilidades.
7. No pierda la oportunidad de asistir a cursos y seminarios. Propóngale a su jefe los cursos que usted considera de utilidad para mejorar su desempeño actual y futuro. Para ello sea crítico con usted mismo e identifique aquellos puntos débiles que, tal vez, sólo usted vea. No se trata de llenar la pared de diplomas o certificados de asistencia, sino de asistir a actividades cualitativamente seleccionadas por usted y con un objetivo de aprendizaje específico.
8. Trate de involucrarse en los proyectos especiales de su empresa, aunque éstos nada tengan que ver con sus responsabilidades actuales. Cuanto más amplia sea su experiencia, mejor. Cuantas más cosas haya conocido y experimentado, más preparado estará para adaptarse a un mundo complejo y cambiante. El mundo de la empresa es cada vez más complejo; cuantas más oportunidades tenga de involucrarse en esa complejidad, mejor preparado estará para comprenderla y tomar las decisiones acertadas.
9. Por último, recuerde que uno de los factores más importantes del éxito de un gerente es el buen gerenciamiento de la gente. Estudie y experimente todo lo relacionado con la buena administración de los recursos humanos de la organización. Observe, escuche y aprenda el arte de conducir a la gente.
Buena suerte y tenga siempre presente que ¡el primer responsable de su desarrollo personal es Usted mismo!
Publicado por el diario La Nación - Enero de 1999
